Mi parto

Todo empieza al meterme en la cama la madrugada del día 19 de Octubre, despues de haber pasado el día anterior con contracciones muy irregulares y poco intensas. Sobre la una de la mañana empiezan a ser constantes aunque no cada 5 minutos ni mucho menos pero empezaban a doler considerablemente y yo ya no sabía que significaba eso...llevaba toda la semana perdiendo el tapón mucoso y además en la última visita (Martes 16) en monitores...me habían hecho la “maniobra de Hamilton”. Ante la duda Marcos me dijo que me vistiera para ir a urgencias para que me miraran como iba y quedar tranquila.
Alli llegamos, explique mi situación, me miraron y falsas alarmas...todavía no tenía ni el cuello borrado  y estaba “muy verde” . No me lo podía creer...¡yo ya me notaba muy rara!

Pues nada...vuelta a casa, igual que me había levantado de la cama me volví a echar pero ya eran las 4 a.m y al día siguiente me levantaba porque volvía a tener monitores, cosa en la que ya no confiaba porque acababan de decirme que estaba muy verde jeje estaba viendo que entraba en el finde y seguía igual, y me temía que me lo iban a tener que provocar el Lunes.

Sobre las 6:30 a.m me despierta una contracción agudisima y me levanto a hacer pis, nada mas entrar al baño, noto que estoy dejando el suelo ¡EMPAPADO! ¿Que es esto?
!!MARCOS...MARCOS QUE ESTOY ROMPIENDO AGUAS!!

Me entró un nerviosismo no sabía si de felicidad porque al fin estaba de parto, o de miedo porque el líquido estaba un pelín teñido (en vez de transparente estaba “amarillo”). Así fue que me puse lo primero que salió del armario y en menos de 10 minutos estabamos en el coche volviendo al hospital. En el coche las contracciones ya eran de verdad, los pantalones iban calados totalmente y yo ya sabía que volvería a casa con Valeria.

¿Otra vez aquí? Me dice el chico de urgencias. ¡Otra vez! Pero creo que ahora es de verdad...
Nada más verme ya me mandaron ingresar, exactamente había roto la bolsa y estaba un pelín teñida, así que rápidamente me subieron a planta y me pusieron las pulseritas. Directamente me dijeron que ya iba a pasar a la sala de diltación porque al estar el líquido teñido tenían que monitorizarme a la niña desde el principio. Yo estaba medio temblando por el miedo al liquido teñido y que ella estuviera mal....pero en cuanto me llevaron a la sala y me pusieron el monitor ya respiré al escucharle el corazón que iba como un tiro!

Las contracciones seguían abrasandome y retorciendome pero no tenían nada que ver con las que enseguida iban a llegar...me pusieron la vía, y directamente me pusieron la oxitocina (lo más parecido al veneno que existe) y ahí empezó realmente el “parto”.

En una frase: el dolor más cercano a la muerte que experimenté jamás.

Quería aguantarlo lo más que me diera el cuerpo antes de poner la epidural, porque todo iría mejor y mucho más rápido...no os pongo las horas ni el tiempo porque perdí la noción de todo y no sabía ni que hora era ni cuanto llevaba así, las contracciones eran cada minuto (yo creo que menos) y no podía recomponerme entre una y otra...así fue que pedí la epidural a grito pelao y a voces pidiendoles perdón por el escandalo...pero no quería seguir aguantando eso pudiendo evitarlo.

Mi sorpresa viene cuando las matronas me dicen que tenía que aguantar un poquito más porque el anestesista tenia 2 cesáreas de urgencia y no podía venir a ponermela, que estaba avisado y que en cuanto terminara venía conmigo. ¡Que suerte la mía! Las chicas encantadoras al verme suplicando, me ofrecieron el simpático “gas de la risa”, mi experiencia: no me sirvió absolutamente para nada y acabaron quitándomelo cuando vieron que lo unico que hacía era hacerme vomitar...¿Algo más?  Jajaja

Despues de un rato más (ya os digo que no sé deciros cuanto) aparece un chico majo vestido de verde quirofano con la epidural...os juro que cuando lo vi entrar por la puerta, empecé a creer en Dios, fue igual que haber visto la aparición de la virgen María por la puerta...
No podía dejar de acordarme todo el rato de mi madre y mis abuelas pariendo dos y tres hijos (en casa en el caso de mis abuelas) y de todas las mujeres que habían pasado por eso sin anestesia de ningún tipo.

Me tranquilizo pensando que el suplicio estaba terminando...el chico me dice que no me puedo mover  nada nada para poder ponermela bien, y no me digais como con esas contracciones me quede inmovil 5 minutos sin moverme ni un sólo pelo rezando porque me hiciera efecto (lo que es el cuerpo...)
Ya está, epidural puesta. Las que me preguntais si duele el pinchazo...jaja !!el pinchazo es lo de menos, creerme!!

Poco a poco la pierna derecha se me queda grogui y las contracciones siguen molestando pero ¡NADA QUE VER! Dice Marcos que hasta dormi 10 minutos del cansancio...de lo siguiente que me acuerdo es qu ahora el dolor era diferente, ya no me dolía alante, me empezaba a molestar, vamos a hablar en plata, el culo. La molestia era constante, no de contracción, era constante como cuando tienes gana de ir al baño y mucha mucha presión todo el rato. Lo primero que pensé fué que sería consecuencia de la epidural y por eso lo notaba diferente.

A todo esto...llega por fin mi salvadora que le puso la guinda este pastel. Mi prima Sheila. Es ginecóloga y la dejaron pasar y atenderme ella. Cuando la ví, ya todos los males se me pasaron. ¡Ahora si!

Se pone a mirarme y vemos que estoy perdiendo un flujo con sangre....¡que buena pinta tiene esto! dice...me explora, y me dice ¡Pero si estás casi completa! !!!Estas de 9!!! Un rato más y estamos!
Al poquísimo vuelven a mirarme y....¡ESTOY COMPLETA!

Enseguida nos pusimos a empezar a empujar, que no es fácil, pero en unas pocas horas le cogí el truquillo...me acuerdo cuando me dijo que le estaba viendo la cabeza y que era morena...no pude evitar llevar las manos abajo y tocar...¡¡NO PUEDE SER VERDAD!! La estoy tocando y no me puedo creer que una cabeza sea tan blandita...¡nunca olvidaré esa sensación!

Pasaban las horas y Valeria no acababa de pasar el canal (el que mas cuesta) no sé si porque yo no tenía la suficiente fuerza o porque ella no conseguía terminar de pasar ese tramo. Decidieron que iban a pasarme ya al paritorio porque ya hacía 3 horas que estaba ahí que ni avanzaba ni retrocedía y puede que empezara a protestar...así que decidieron pasarme y ayudarme con espátulas.

Me puse muy nerviosa cuando vi que iba a ser un parto instrumental, pero me tranquilizaron explicandome lo que era, no iban a ser ni forceps ni ventosas, simplemente me iban a poner dos toboganes y abrirle el hueco que le faltaba a Valeria para salir...

Y así fué, me relaje porque ahora sí que era el último tramo, ya eran minutos lo que faltaban para tenerla en brazos. Una vez todos listos, esperamos a la siguiente contracción para empujar con todas las fuerzas.

Y ahí venía...solo escuchaba a mi prima decirme:!! FUERTE FUERTE FUERTE, VENGA CARLA FUERTE, QUE AQUI VIENE VALERIA VENGA VAMOS VAMOS VAMOS!!!!
Y a Marcos decirme: BIEN BIEN BIEN VENGA BIEN BIEN BIEN

En esos momentos notas como una extraña fuerza de la naturaleza entra en tí y te transformas y sacas las fuerzas de donde no las tienes...y cuando te das cuenta...¡LA VES! ¡LA OYES LLORAR! Y cuando te la ponen encima....¡TODO SE TE OLVIDA! y solo lloras de felicidad y la abrazas y no te crees que por fin está en tus brazos.

Siempre pensé que eso de que “se te olvida” y ya no sientes era mentira....pero os puedo prometer QUE ES VERDAD...se te olvida desde la primera hasta la última contracción y tampoco sientes que te estan cosiendo. (También es verdad que yo tenía epidural) pero de verdad que del expulsivo no me enteré DE NADA, que es a lo que mas miedo tenemos, o por lo menos yo era lo que mas respeto me daba...!!PUES NADA!!

Tienes a tu hija en brazos sana y ya nada te importa, todos tus males te pasan y todo empieza a tener sentido. La sensación creo que no la imaginas hasta que la experimentas, por mucho que leas y te digan. ¡ES UNICA!

También cuenta mucho tener un marido como el mío de principio a fin a tu lado aguantandote la mano y diciendote cosas bonitas al oído aunque en esos momento no te des cuenta, lo sabes. Sabes que está ahí pasándolo incluso peor que tú, porque ver a alguien que quieres sufrir y no poder hacer nada debe de ser lo más duro. No daba un duro ni yo ni nadie por que Marcos aguantara todo el parto sin venirse abajo (porque es de los que la última vez que sacó sangre se desmayó jaja) y él también se transformó y me dejó con la boca abierta. ¡¡ Hasta quiso verla salir !! INCREÍBLE.
¡Eres el mejor marido y papá del mundo!

Pues así fué como Valeria vino al mundo un 19 de Octubre, el día más deseado de mi vida, el más feliz, el sonido mas bonito que escuche jamás, su llanto, y aunque cuando recuerdo el dolor se me siguen poniendo los pelos de punta....os aseguro que despues de salir en camilla con mi hija en brazos, lo primero que les dije a mis padres y a mi hermano que estaban fuera fue:
 ¡VOY A TENER OTRO! 🙂


Primera mirada con mi princesa Valeria

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